Génova

¡Todas las estaciones del año son buenas para venir a Génova!

Génova es una ciudad bonita en todas las estaciones, su clima es templado porque, además de asomarse al mar, está protegida por las montañas; por este motivo no hay niebla, no nieva casi nunca y el invierno es seco y soleado. Además, aquí se pueden visitar lugares de interés histórico y artístico, así como gozar de estupendos paisajes. A poca distancia de Piazza De Ferrari, se encuentran las principales galerías de arte, las iglesias más famosas y las calles más interesantes.

El Casco Antiguo

Génova no es solamente mar, en efecto, su casco antiguo es el más grande de Europa.

Las callejas de Génova, llamadas “carruggi”, crean con sus cruces un laberinto misterioso y fascinante. Dando vueltas por los “carruggi”, se pueden encontrar grandes y antiguos palacios junto a casas pobres y en ruinas, iglesias barrocas y voltas con frescos, viejos portales de pizarra entre pequeñas tiendas de artesanos y pescaderías.

Después de cenar, las callejas se animan y los numerosos bares, restaurantes y pubs os permitirán pasar noches divertidas y típicas con vuestros amigos.

El Acuario

El acuario de Génova es uno de los más grandes de Europa y una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad. Está situado en el puerto de Génova y es obra del famoso arquitecto genovés Renzo Piano.

Visitándolo, podréis observar de cerca delfines, focas, pingüinos, tiburones y peces de miles de colores que viven en tanques que reproducen fidedignamente su ambiente natural.

La cocina

Génova está situada entre el mar y la montaña, por esto es una ciudad de mar, pero también de tierra; por lo que su cocina es muy particular: cada restaurante o “trattoria” propone platos de pescado como la buridda, junto a otros de “cocina campesina” de verdura y carne, como por ejemplo la cima, el pesto o la torta Pasqualina.

Los numerosos restaurantes asomados a las playas y los escollos os permitirán comer al lado del mar en una atmósfera inolvidable.

Aquí tenéis una pequeña lista de platos tipicos:

Focaccia: agua, harina, levadura, aceite, sal. Amasada y en ocasiones decorada con salbia, aceitunas y romero para darle más sabor. Es una especialidad que sustituye entremeses y pinchos, se vende en todas las panaderías de la ciudad y también en muchos bares.

Farinata; harina de garbanzos, agua, aceite, sal. Cocida en fuentes de bronce en horno de leña.

Pesto: salsa de albahaca, ajo, aceite, queso parmesano y piñones.

Minestrone alla genovese: sopa rica de verduras, imprescindibles las berenjenas, alubias, judías verdes, calabacines y patatas. Se le añade al final pasta genovesa y se aliña con pesto, aceite y queso parmesano.

Ripieni: las verduras rellenas son otra característica de la cocina genovesa: berenjenas, cebollas, tomates, calabacines cortados por la mitad, cocidos y rellenados con un compuesto de huevos, queso y miga de pan mojada en la leche, que se cuecen después en el horno.

Frisceu: masa de agua, harina y aceite con trozos de verdura, bacalao y hierbas aromáticas trituradas, que se fríe y se come caliente.

Cima: saco de ternera relleno con varios tipos de carne picada, huevos, guisantes y queso parmesano.

Torta Pasqualina: tarta salada de verdura con acelgas, huevos y prescinseua (cuajada típica genovesa).

Liguria

La región de Liguria no está compuesta solamente por Génova, aunque ésta es su capital y la ciudad más grande y conocida también fuera de sus fronteras. Liguria ofrece muchas alternativas también en el resto de su territorio.

Hacia levante, por ejemplo, se encuentra Camogli, un típico pueblo marinero, con fachadas de colores y bellísimas iglesias medievales.

Después de Camogli, se encuentran Santa Margherita Ligure y Portofino, localidades famosas en todo el mundo, desde las que se puede coger el trasbordador para observar desde alta mar la espléndida costa que la rodea y llegar así a San Fruttuoso de Camogli, conocido por la estatua del Cristo degli Abissi, que se encuentra a 17 metros de profundidad.

También es posible llegar hasta San Fruttuoso y su abadía a través de los senderos del promontorio de Portofino.

Monterosso, Manarola, Corniglia, Vernazza y Riomaggiore son, en cambio, las “Cinque Terre”, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Estos cinco pueblos están unido por senderos facilmente transitables a pie, entre los que se encuentra la “Via dell’Amore”, así llamada por el romántico paisaje que ofrece a los visitantes.

A poniente, en cambio, se pueden encontrar playas de arena y una costa menos salvaje. Además de Albisola, famosa por su cerámica, se pueden visitar la cuevas de Toirano de época prehistórica y la ciudad de San Remo, famosa por su Festival de la canción italiana.